Seguramente es una de las palabras que más hemos oído relacionadas con el mundo del vino: el cupaje. ¿Pero que es realmente?
El cupaje, coupage o ensamblaje es la técnica o arte de combinar vinos de diferentes variedades para elaborar uno mejor.
En el proceso de elaboración del vino, cada variedad de uva (xarel·lo, macabeo, chardonnay) se vinifica por separado. Cada variedad llega a la bodega, se prensa, se introduce al depósito, fermenta y se convierte en vino. El resultado es la elaboración de distintos vinos varietales.
Cada variedad tiene cualidades especiales que la hacen única. Unas variedades nos dan un mayor grado alcohólico, otros más volumen en boca, más acidez, más cuerpo. El arte del cupaje consiste en mezclar los vinos varietales para sumar esos atributos, ¡la unión hace la fuerza!
¿Cómo se hace?
Cada año, después de la vendimia, se elaboran los vinos a partir de las variedades de uva que llegan a la bodega. Una vez cada variedad se ha vinificado llega el momento de hacer las pruebas de los cupajes.
Para hacerlo, las enólogas cogen muestras de cada depósito y realizan una serie de pruebas. Si elaboramos un tinto, seleccionaremos muestras de merlot, syrah, cabernet sauvignon y tempranillo. Se catarán por separado para conocer el potencial de cada uno y qué nos pueden ofrecer.
Una vez catados los vinos, se realizaran varias pruebas de cupajes mezclando los vinos en distintas proporciones. No hace falta que se utilicen todas las variedades para elaborar un vino, el cupaje puede ser de dos, tres o cuatro variedades.
Cuando ya tenemos los distintos cupajes se seleccionará el mejor y se fijará para el vino en cuestión.
Entonces, es el momento de hacer el cupaje definitivo a la bodega. Si, por ejemplo, el vino es un 40% merlot, 40% syrah y 20% cabernet, se traspasará la mezcla a los depósitos. Así los tanques de la bodega ya no estarán llenos de vinos varietales sino de nuestros vinos elaborados listos para cuando sea el momento de embotellas.
¿Cada año son iguales?
No necesariamente. Hemos de tener en cuenta que la uva no es cada año igual. Un año llueve, al otro no, la temperatura es más alta o más baja… todos esos factores influyen en la producción de la uva y por lo tanto es imposible que los resultados sean exactamente iguales de un año al otro.
Es por ese motivo que los cupajes pueden cambiar de un año al siguiente. Cuando elaboramos un vino queremos darle unas características determinadas (intensidad, cuerpo, color). Teniendo claras las características que queremos para nuestro vino cada año intentamos encontrar el cupaje que cumpla dichas características. Normalmente lo conseguimos mezclando las mismas variedades pero cambiando las proporciones.
Y hasta aquí esta pequeña sesión exprés sobre los cupajes. Esperamos que haya sido interesante y os ayude entender y disfrutar más del vino.
Encontrareis toda la información referente a los cupajes y otras características del vino escaneando el código QR que encontrareis en las etiquetas de las botellas.